Nelson Atkins Fashion Show

Mi esposa ha estado en el backstage varias veces, una vez como modelo de su propio diseño (ver  aquí). Después del evento, ella siempre me cuenta cómo estuvo, lo que le gustó, y otros detalles. Nunca me detuve a pensar en cómo sería fotografiar el dulce caos que ocurre antes de una pasarela. Así que cuando fui al backstage del desfile del Museo Nelson-Atkins me preguntaba: ¿Y ahora qué? ¿Qué fotografío? ¿Necesito pedir permiso? Espero no meterme en el camino de nadie o tropezar con un cable o algo peor; sí, estaba un poco nervioso.

Después de los primeros 30 minutos viendo la cantidad de trabajo que se lleva a cabo, sabía que necesitaba pasar lo más desapercibido posible. Estos artistas están muy concentrados en su trabajo. Fotos con la ropa, el cabello y maquillaje para cada modelo, todo tiene que estar perfecto. Inclusive con toda la carrera para tener a todos listos antes de las 6:30pm, hubo tiempo para música, historias y risas. La gente reía, lo cual siempre es una buena señal, me gusta capturar a la gente sonriendo, las sonrisas son contagiosas.

Era hora del espectáculo. Podía escuchar a la gente de abajo hablando en voz alta. Es increíble ver la tranquilidad de los modelos mientras caminan ligeramente y con gracia por la pasarela. ¿Cómo se las arreglan para permanecer tan tranquilos con todos esos ojos mirando cada uno de sus movimientos? Definitivamente se necesita coraje para hacer lo que ellos hacen. Los diseñadores impresionaron a todos con sus prendas artísticas; yo tuve la suerte de poder ver los trajes de cerca, es simplemente increíble lo que la gente puede lograr cuando se lo propone.

Después de la pasarela, varios fotógrafos tuvieron la oportunidad de hacer una sesión de fotos con las modelos. ¡Ataque de nervios! Nunca he dirigido a un modelo antes, con excepción de mi esposa y algunos amigos cercanos. Así que tuve esa batalla mental de nuevo. ¿Qué digo? ¿Cómo lo digo? ¿Y si…? Ahora que veo las fotos, estoy feliz. Siempre hay espacio para mejorar, estoy aprendiendo constantemente y esta fue una experiencia nueva para mí. Una experiencia que me gustó mucho, especialmente porque ahora soy yo quien llega a contarle a mi esposa cómo estuvo.