Facundo Cabral decía: “Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito”.

Amo lo que hago. Moda. Diseñar, coser, ir de compras, escribir en el blog y… modelar.

Entré a una agencia de modelaje con la idea de aprender más acerca de posar para fotos. Una semana después, me invitaron al desfile de Traffic, San José nuestro runway, como diseñadora.

Dado a circunstancias no planeadas, se tomó la decisión de que yo saldría modelando. No sólo modelando. Abriría la pasarela y usaría el traje que yo misma había diseñado.

Tenía dos opciones:

1. Ponerme increíblemente nerviosa.

2. Respirar profundo, sonreír y ser testigo de otro sueño que se hace realidad.

Caminé hacia la estación de maquillaje. Estaba decidido, era la opción 2.

La experiencia fue asombrosa. Los maquillistas y encargados de peinado fueron muy profesionales. Ellos trabajan con diferentes estilos de cabello y estructuras de rostro y crean un look común. Las brochas, los peines y las prensas para cabello van y vienen. Todos necesitan verse fabulosos lo antes posible.

Leonora Jiménez, Johnny Murillo y un especialista en pasarela, dirigieron un ensayo corto, seguido muy de cerca por todos los modelos. Un show de moda puede durar unos 30 minutos pero lleva muchísima preparación.

Una vez terminado el ensayo y listo el maquillaje, es hora de alistarse. Estamos en el 5to piso del Grand Hotel Costa Rica y los diseñadores ya empiezan a vestir a los modelos. Me toca hacerlo a mí sola, pero está bien. Sé exactamente como tiene que colocarse el traje. Empiezo a sentir la adrenalina, la emoción… Bajamos al área de recepción y ahí esperamos a que inicie el desfile. Algunos turistas halagan el vestuario y se toman fotos con nosotras, algunos de ellos me preguntan quién diseñó mi traje. Me miran sorprendidos cuando se dan cuenta de que yo soy la diseñadora y la modelo. Varias modelos me dicen que es excelente que yo misma pueda modelar mi diseño: Nadie más puede representarlo como vos. Vos sabés lo que querés que la gente sienta o piense” me dicen.

– ¿Este es tu primer desfile?

-Sí, les respondo con una sonrisa.

-¡Oh Dios! ¡Y te toca abrir la pasarela!

Alguien anuncia que el desfile va a iniciar. La música empieza y Johnny me toca el hombro, es mi turno.

Mi corazón palpita como loco, sonrío y empiezo a caminar.

Ya sabes lo que dicen: “Si vas a hacer algo, hacelo en grande o mejor no lo hagás”.